En primer lugar, los abogados pro bono ayudan a garantizar el acceso a la justicia para todos. Muchas personas que enfrentan problemas legales no cuentan con los recursos financieros para contratar a un abogado privado y es posible que no sean elegibles para los servicios de asistencia legal. Los abogados pro bono llenan este vacío al brindar servicios legales a aquellos que más los necesitan. Ayudan a nivelar el terreno de juego y garantizan que todos tengan acceso a los servicios legales que necesitan para proteger sus derechos e intereses.